CONEJO A LA CERVEZA

El conejo a la cerveza

INGREDIENTES:

• 1 conejo, troceado
• 1 cebolla
• 1/2 pimiento rojo
• 1/2 pimiento verde
• 6 ajos
• harina
• sal
• pimienta negra molida
• canela
• aceite de oliva
• laurel
• tomillo
• 1 lata de cerveza

Las verduras para el sofrito

ELABORACIÓN:

Con el conejo ya troceado procedemos a condimentarlo, le ponemos sal, pimienta y canela.

Lo rebozamos en harina y lo ponemos a rustir en una cazuela con aceite de oliva. Hacemos un atillo con el laurel y el tomillo y lo ponemos a rustir con el conejo.

Haciendo el atillo

Ha de quedar bien tostadito por fuera y cocido por dentro.

Trituramos la cebolla, los pimientos y los ajos.

Cuando el conejo ya esta rustido lo amontonamos a un lado de la cazuela y en el otro lado  hacemos el sofrito.

Esperamos unos minutos, que se ponga el sofrito moreno y ya lo mezclamos con el conejo.

El conejo rebozado rustiendose

Unas cuantas vueltas y vertemos la cerveza, lo dejamos a fuego suave unos 10 minutos, haciendo "xup" "xup".

Nos quedara una salsa espesita debido a la harina que lleva el conejo y a las verduras trituradas.

Y ya esta, ya tenemos a punto de comer un magnifico conejo, con un sabor buenisimo y super distinto a los habituales. La cerveza le da un toque muy original.


De guarnición podéis poner unas patatas cocidas o un flan de arroz hervido. Y si no tened apunto pan, la salsa esta requete buena.

Haciendo el sofrito

En casa el conejo nos gusta a todos menos a mi hija, la pobre tubo un "trauma" infantil.

Cuando hizo la comunión una vecina del pueblo le regalo un conejito, era negro y muy cariñoso, lógicamente el animal fue creciendo hasta que no lo pudimos tener mas por casa.

Añadiendo la cerveza

Se lo devolvimos a la vecina, pero no le debimos dejar claro que no hacia falta que nos lo devolviera nunca jamas.

Al día siguiente se nos presento en casa con el conejo muerto en una mano y la piel del pobre bicho en la otra, por si la queríamos conservar de recuerdo.

Ester lanzo un grito de horror y subió escaleras arriba llorando como una loca.

La ración en el plato

Ni mi madre ni yo tuvimos el valor necesario para cocinarlo y ni mucho menos comerlo ni la nena volvió a comer nunca mas conejo. Y de esto hace ya mas de 20 años.

¡¡¡Bon Profit!!!





Neus i Núria